Baumschlager Eberle Architekten es un estudio de arquitectura internacional conocido por su integración contextual y su enfoque holístico de la sostenibilidad. Fundado en 1985 en Vorarlberg (Austria), el estudio cuenta actualmente con once oficinas independientes y varias sucursales en Asia.
Además de especializarse en viviendas y oficinas, también realiza proyectos en los ámbitos de la educación, la cultura, la sanidad, el transporte y el paisajismo. Con una cartera de más de 500 proyectos en tres continentes, los diseños de la empresa se caracterizan por su sensibilidad hacia el entorno local y su pertinencia duradera, lo que les permite responder a su entorno.
Baumschlager Eberle Architekten ocupa el octavo lugar entre los 100 mejores estudios de arquitectura del mundo, gracias a sus soluciones de diseño innovadoras, prácticas y sensibles al contexto.
He aquí cinco proyectos recientes que caracterizan a la empresa:
Baumschlager Eberle Architekten diseñó un nuevo campus a lo largo de la animada Breitenfurter Strasse de Viena, que mejora la infraestructura social del distrito y ofrece una educación de alta calidad. El campus de 17.000 m², con ocho áreas educativas y tres instalaciones orientadas a los niños para 1.100 alumnos, se centra en nuevos conceptos espaciales para el aprendizaje. Cada área de aprendizaje forma una parte modular independiente y autónoma a la que se accede a través de una amplia zona de comunicación.
Mientras que la estructura constituye la base de espacios innovadores y flexibles, la materialidad del edificio transmite la permanencia de los valores. Las fachadas de yeso de color claro con ventanas empotradas refuerzan las relaciones visuales entre el interior y el exterior. La eficiencia energética también desempeña un papel importante en el diseño. Volúmenes compactos, ventilación controlada, energía fotovoltaica y geotérmica reducen el consumo de energía y garantizan bajos costes de funcionamiento.
La nueva sede de BNP Paribas Fortis en Bruselas se diseñó como ejemplo de sostenibilidad y adaptabilidad. Mediante la separación de materiales y el reciclaje durante la demolición, se recuperaron valiosos recursos para el nuevo edificio. En el espíritu de la economía circular, se reutilizó la estructura de un depósito subterráneo existente. Las columnas portantes, encapsuladas en un armazón, disimulan la escala del edificio y definen el aspecto general. Los soportes hechos con insertos reutilizables de madera local y las estructuras nervadas del tejado demuestran una materialidad deliberada.
Aunque el campus se encargó como sede de un banco, también puede utilizarse para fines sanitarios y residenciales. Los espacios de acceso público, como los patios, las arcadas y las zonas comerciales y de restauración de la planta baja, aportan dinamismo y fluidez al centro de Bruselas.
3. Renovation Rue Ville l'Evêque
Un antiguo edificio de oficinas en el centro de París, diseñado por Paul La Mache, ha sido reestructurado y renovado, centrándose en los temas de la nueva experiencia espacial y la materialidad. Los tres conceptos clave son: 1. introducir la naturaleza en el espacio de trabajo mediante patios y terrazas verdes. 2. Mejora de la planta y de la altura de las salas para aumentar el confort. 3. incorporar la madera como material sostenible para el armazón y las zonas exteriores.
La casa Holdergasse es una villa privada independiente situada en una parcela ajardinada limitada, con una animada fachada que muestra un juego de sólidos y vacíos. Una planta en forma de L permite orientar las habitaciones en distintas direcciones. Incisiones lúdicas y conexiones visuales entre las distintas estancias definen una clara relación espacial.
Una paleta de materiales de hormigón visto, madera de roble y yeso claro confiere al edificio un toque de elegancia poética. Las gruesas losas de hormigón y las tejas de arcilla aisladas garantizan una gran masa térmica y minimizan las pérdidas de energía en la casa.
Campus V es un complejo residencial en Austria que redefine elementos fundamentales de la calidad de vida urbana. Una plaza verde central, compartida por los cuatro edificios, es de acceso público a través de dos entradas que dan a la calle. Las características arquitectónicas de la región se reflejan en los materiales de los edificios, como los muros de ladrillo de color blanco con enlucido de cal y las fachadas de las casas revestidas con tejas de madera.