En 2017, Tatiana Bilbao Estudio, con sede en Ciudad de México, fue invitada a diseñar un edificio que debía parecerse a un acuario, proporcionar un nuevo espacio emblemático en la ciudad portuaria de Mazatlán, México, y representar el Mar de Cortés (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO apodado el "Acuario del Mundo"). El estudio diseñó un edificio verdaderamente surrealista: un lugar imaginado como una ruina -un edificio del pasado o del futuro- que ha sido reclamado por la naturaleza. La idea es que los humanos no controlamos la naturaleza, sino que formamos parte de ella y debemos encontrar formas de reconectar con nuestro entorno. El nuevo edificio, cuya construcción finalizó en 2023, es ahora un centro educativo y de investigación del Mar de Cortés.
El Centro de Investigación del Mar de Cortés (también conocido como Gran Acuario Mazatlán) está situado en el Parque Central de Mazatlán, el parque urbano más nuevo y grande de la ciudad. "El edificio busca fusionar elementos marinos y terrestres en su diseño arquitectónico, desviándose de cualquier tipología preestablecida", dice Tatiana Bilbao Estudio. "Esta integración se complementa con un programa centrado en experiencias educativas y contemplativas". Las experiencias educativas abarcan los ecosistemas marinos y costeros de la región con espacios dedicados a programas didácticos, exposiciones permanentes y temporales, laboratorios, auditorios y mucho más. También hay un programa dedicado a la conservación y rehabilitación de especies marinas.
La arquitectura ocupa una superficie de 17.300 metros cuadrados. La estructura ortogonal comprende una serie de muros de hormigón pigmentado que definen las funciones programáticas, las instalaciones y la conexión con los espacios públicos. Los muros se extienden irregularmente hacia el exterior, mezclándose con el paisaje y proporcionando estabilidad estructural. El acuario busca armonizar con su entorno natural, el diseño anima a la naturaleza a reclamar su lugar y lograr un equilibrio ecológico.
Una impresionante escalera asciende desde el nivel de la calle hasta los amplios jardines de la azotea del edificio; es aquí donde los visitantes inician su recorrido. Desde una plaza central de acceso, los visitantes pueden explorar diferentes ecosistemas de exposición. Tatiana Bilbao Estudio diseñó el acuario en tres niveles: las zonas administrativas y las instalaciones para la conservación y rehabilitación de criaturas marinas en la planta baja; la plaza de acceso general, las exposiciones y los servicios públicos en la primera planta; y el resto de las instalaciones y equipos de apoyo a la vida marina en la segunda planta.
Detalles técnicos
El Centro de Investigación del Mar de Cortés tiene una altura máxima de 22,55 metros y unas dimensiones aproximadas de 96 x 98 metros. Las plantas intermedias del edificio están formadas por losas de hormigón de 30 centímetros de espesor y la planta baja tiene losas de 50 centímetros de espesor - estas losas distribuyen su carga a pórticos de hormigón con una cimentación formada por pilotes de hormigón de sección circular (un metro de diámetro con una profundidad de 21 metros - 69 pies).
Los muros del edificio soportan las cargas verticales transmitidas por los suelos y resisten parte de las fuerzas horizontales. "Para la construcción de los muros del Acuario se utilizó hormigón con pigmento añadido, lo que garantiza no sólo su resistencia y durabilidad, sino también un atractivo acabado estético", explica Tatiana Bilbao Estudio. Se utilizó encofrado de madera contrachapada para conseguir la forma de los muros. Los suelos de las zonas exteriores e interiores tienen superficies de hormigón: un hormigón pigmentado lavado en las zonas abiertas y hormigón pulido en los espacios interiores.
Los paneles acrílicos que albergan las peceras fueron fabricados en Japón por Nippura (fabricante de acuarios). Los paneles se transportaron en secciones completas y se montaron in situ.
Sostenibilidad
Tatiana Bilbao Estudio solicitó la certificación LEED para el proyecto. Para ello fue necesario aplicar una serie de medidas, entre ellas: preservar el suelo y el hábitat natural circundante; promover las zonas peatonales y el uso de la bicicleta; mejorar la salud pública fomentando la actividad física; aplicar estrategias de diseño bioclimático que optimicen los recursos naturales; fomentar la biodiversidad; reducir el consumo de agua y energía mediante sistemas eficientes; minimizar los residuos de construcción y demolición con el reciclaje y la reutilización de materiales; proporcionar un ambiente interior saludable y confortable utilizando materiales y ventilación adecuados.
