Creemos que la arquitectura va más allá de simples estructuras; es un catalizador de alegría y armonía capaz de transformar comunidades y elevar el espíritu humano. Nuestra filosofía de diseño se centra en desafiar los límites y crear espacios que inspiren.
Uno de nuestros proyectos más recientes, Xique Hotel Boutique ubicado en Puerto Escondido, busca fusionar el descanso, la armonía con el medio ambiente, la preservación cultural, el desarrollo social y económico, y la expresión arquitectónica. Este proyecto se erige en un terreno de 278 metros cuadrados, con una construcción de 620 metros cuadrados. Cuenta con ocho habitaciones, un restaurante en la planta baja y una terraza en la azotea con una piscina que ofrece vistas panorámicas del Océano Pacífico.
Nuestro enfoque de diseño para este proyecto se basa en tres principios clave: orientación, flujo de aire y sostenibilidad ambiental. La fachada principal orientada al sur ofrece protección contra el calor intenso, mientras que las habitaciones orientadas al oeste brindan impresionantes vistas del mar y la naturaleza circundante. La disposición estratégica de los servicios y las circulaciones garantiza un flujo de movimiento y funcionalidad en todo el espacio, alineando nuestro diseño con el entorno natural y priorizando la comodidad del usuario. La fachada oeste, mayormente abierta y protegida con puertas de hueso de palma, permite un flujo continuo de aire aprovechando los vientos dominantes. Rejillas ubicadas en el lado opuesto de las habitaciones facilitan la circulación de corrientes de aire en todo el hotel, mientras que la escalera actúa como una chimenea natural para guiar el aire caliente hacia arriba y fuera del edificio.
En consonancia con los valores del proyecto, hemos optado por soluciones basadas en la naturaleza (SBN) para mitigar los posibles impactos ambientales. En primer lugar, hemos preservado los árboles existentes al diseñar el emplazamiento del edificio de manera que fue posible crear un área libre de casi 100 metros cuadrados. En este espacio, los sistemas de humedales se convierten en un elemento central del arreglo arquitectónico, generando un exuberante jardín y una terraza para el disfrute del usuario. A través de este sistema, las aguas residuales producidas en el recinto encuentran las condiciones óptimas para recuperar calidad mediante procesos naturales, simulando e intensificando los procesos que ocurren naturalmente en manglares, marismas y humedales, sin afectar negativamente al entorno. Este enfoque demuestra nuestro compromiso con la sustentabilidad, la innovación y la biodiversidad, y presenta una solución tangible a los problemas ambientales en Puerto Escondido.
Mediante una selección cuidadosa de materiales, el proyecto refleja la cultura local y la sostenibilidad. La mayoría de las superficies del edificio están cubiertas con chukum de color rosa terroso, un material que ofrece enfriamiento pasivo y reduce la absorción de calor, destacando también por sus propiedades impermeables. El hueso de palma, un material predominante en la región, se utiliza en celosías, puertas y barandas, mientras que la madera de macuil, cosechada legalmente, añade elegancia a los interiores. Las tablillas de barro realzan los detalles y cubren los pisos exteriores.
La forma del edificio se concibió inicialmente para maximizar el espacio habitable y, al mismo tiempo, preservar la vegetación existente en el terreno. Las curvas y contornos resultantes de esta extrusión producen una fluidez visual y elegancia inspirada arquitectónicamente en la forma femenina.
Nuestra misión es crear espacios que inspiren, eleven y transformen, arquitectura que armoniza con la naturaleza y celebra la cultura local.
Equipo:
Arquitecto: Estudio Carroll
Ingeniero Civil: Manuel Altamirano
Decoración: Ximena Sánchez
Fotografía: César Belio
Material utilizado:
1. Cemex: Concreto para estructura
2. Cemix: Como pigmentación
3. Chukum: Para superficies interiores y exteriores
4. Madera de palma: Para puertas y celosias